"No he de callar, por más que con el dedo / ya tocando en tu boca o en tu frente / silencio avises o amenaces miedo.
¿Nunca ha de haber un espíritu valiente? ¿Nunca se ha de pensar lo que se dice? ¿Nunca se ha de decir lo que se siente?
Pues sepa quien lo niega o quien lo duda... que es lengua la verdad del Dios severo, y la lengua de Dios nunca fue muda."
Qevedo
A menudo, las agencias de inteligencia recopilan inteligencia médica de líderes políticos a nivel mundial. Oficialmente, esta información es usada para evaluar la permanencia de aquellos líderes en sus respectivos puestos. Sin embargo, existe un lado oscuro de la práctica.
Wayne Madsen
De acuerdo con la Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA) — La inteligencia médica también contiene datos sobre el estatus del sistema inmunológico de un líder, al igual que su susceptibilidad a una serie de enfermedades y otras amenazas externas. Tal información puede ser útil a la hora de diseñar armas de asesinato “natural”, como cáncer, envenenamiento radioactivo o de alimentos.
La recolección de información sobre factores médicos se conoce como “inteligencia médica”. MEDINT, como también se le conoce, es definida por el Departamento de Defensa de Estados Unidos como la “categoría de inteligencia que resulta de la recopilación, evaluación, análisis e interpretación de información extranjera médica, bio-científica y medioambiental, que es de interés para la planificación estratégica o planificación médica militar y operaciones para la conservación de la fortaleza de combate de fuerzas amistosas, y la formación de evaluaciones de habilidades médicas extranjeras, tanto en el sector militar como en el sector civil”.
Las agencias de inteligencia llevan a MEDINT un paso más adelante. La Agencia Central de Inteligencia (CIA) y el Mossad israelí, en particular, usan MEDINT para analizar las condiciones médicas de líderes extranjeros, como también su régimen y programas de tratamiento, con el fin de determinar los mejores métodos para administrar dosis tóxicas de medicinas, patógenos u otros agentes mortales, con tal de ocasionar la muerte, o en otras palabras, asesinatos médicos.
Ocho años después de su muerte, el cuerpo del líder palestino Yasser Arafat será exhumado. Luego de que investigadores de un instituto suizo descubrieran altos niveles de polonio radioactivo en los ropajes de Arafat, una autopsia será conducida sobre su cadáver. Arafat se sentía seriamente enfermo cuando estaba virtualmente preso de los israelíes en su Ramallah, los cuarteles palestinos. Arafat fue trasladado a un hospital en París y murió un mes después, en noviembre de 2004. Muchos creen que el Mossad llevó a cabo el “asesinato médico” de Arafat.
Al mismo tiempo en que se programaba la exhumación y autopsia de Arafat, investigadores turcos descubrían altos niveles de DDT, estricnina y polonio en el cadáver del presidente turco Turgut Ozal.
Ozaf murió repentinamente de un ataque al corazón en 1993, pero información nueva tras una reciente autopsia sugiere que pudo haber sido asesinado por envenenamiento. La viuda de Ozal dijo que su fallecido esposo murió después de beber un vaso de limonada. Ozal hizo enemigos en el ejército turco y su profunda red secreta conocida como “Ergenekon”. Ozal también era un oponente de la invasión de Irak de George H. W. Bush, conocida como Tormenta del Desierto, y poseía enemigos en la CIA y el Mossad.
Otros dos líderes, conocidos por sus políticas nacionalistas, podrían haber caído también víctimas de asesinatos médicos. El presidente de Indonesia, Ahmed Sukarno, confinado a un arresto domiciliario luego de su derrocamiento en un golpe de la CIA en 1965, murió en 1970. Existe evidencia de que la CIA podría haber alterado la medicación de Sukarno para su riñón. Sukarno estaba recluido en el Palacio Bogor y sus dosis de tratamiento eran dictaminadas por el régimen de Suharto y sus interlocutores de la CIA. Luego de caer seriamente enfermo, Sukarno murió en el Hospital Militar de Jakarta.
Tras la muerte repentina del presidente egipcio Gamal Abdel Nasser, de lo que se cree que fue un ataque al corazón en 1970, existen reportes de que podría haber sido envenenado. Un asistente de Nasser, cercado al vicepresidente Anwar Sadat, habría escondido de los examinadores forenses algunas muestras de cabello tomadas del cadáver de Nasser antes de ser testeadas. Al convertirse en presidente de Egipto. Sadat revirtió muchas políticas de Nasser, incluyendo la expulsión de asesores militares soviéticos, la apertura de relaciones con Israel, y el tránsito de Egipto hacia el campo occidental.
En 1961, la estación de la CIA en Leopoldville, Congo, trató de envenenar al primer ministro nacionalista Patrice Lumumba. Eventualmente, Lumbumba fue asesinado por un escuadrón mercenario belga bajo la paga de la CIA. También existieron intentos de la CIA por envenenar al presidente cubano Fidel Castro. En 1976, el ex presidente izquierdista de Brasil, Joao Gourlart, murió de un repentino ataque al corazón en su exilio en Uruguay. Un ex agente de inteligencia uruguayo revelaría más tarde que las pastillas para el corazón de Gourlart habían sido alteradas para tener un “efecto contrario”. Posteriormente se supo que el cocinero de la familia Gourlart era un agente de la inteligencia brasileña vinculado a la CIA. Gourlart fue expulsado del poder en un golpe de Estado respaldado por la CIA en 1964.
Después de que varios casos de cáncer empezaran a afectar a líderes latinoamericanos progresistas, el presidente venezolano Hugo Chávez, víctima él mismo de un cáncer, sugirió que la CIA había desempolvado su viejo programa de asesinatos médicos. Un día después del anuncio de la presidenta argentina Cristina Fernández de que sería tratada por un cáncer a la tiroides, Chávez aseveró, “¿Sería extraño que (los estadounidenses) hubieran desarrollado una tecnología para inducir el cáncer y nadie lo sepa hasta ahora?”. Un cáncer también afectó al presidente paraguayo Fernando Lugo (más tarde expulsado del poder por un golpe respaldado por la CIA), al ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, y a la presidente brasileña Dilma Rousseff.
Dirigiéndose al presidente boliviano Evo Morales y al líder ecuatoriano Rafael Correa, Chávez emitió una terrible advertencia: “Evo, cuídate. Correa, sé cuidadoso. No sabemos”. Luego de las revelaciones sobre las muertes de Arafat y Ozal, Chávez tiene todo el derecho a estar preocupado.
Por qué Obama no debe seguir una política de apaciguamiento hacia Israel: 11 de septiembre de 2001 (Parte I)
Dr. Lajos Szaszdi, analista político
En base a lo que he expuesto en mis blogs anteriores, basado en información obtenida por la investigación y análisis de inteligencia de fuentes abiertas, es realmente Israel el que representa una amenaza potencial para la seguridad de Europa, de EE.UU. y del mundo y no Irán, que oficialmente no tiene ni busca armas nucleares. A modo de recuento, Israel es el que ha violado las normas internacionales que regulan la no proliferación de armas nucleares desde la segunda mitad de los años 50 del siglo pasado, ha fabricado en secreto plutonio en su reactor de Dimona desde la segunda mitad de la década de los 60 del siglo XX, tiene ahora probablemente más de 500 armas nucleares y al menos unas 400 (en base a los datos revelados por el técnico nuclear israelí Mordecai Vanunu), posee misiles balísticos intercontinentales los últimos de los cuales del tipo Jericó-3 podrían tener el alcance de llegar hasta Chicago o Pekín, y según el prestigioso profesor de historia militar israelí Martin van Creveld, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, Israel posee “varios cientos de ojivas nucleares y misiles” para usarlos “contra blancos en todas direcciones”, pudiendo impactar Roma y siendo blancos de la fuerza aérea israelí “la mayor parte de las capitales europeas”.
El profesor israelí sentenció, según cita David Hirst en su libro 'El arma de fuego y la rama de olivo' ('The Gun and the Olive Branch'), edición de 2003: “Nosotros [los israelíes] tenemos la capacidad de hundir al mundo con nosotros. Y yo le puedo asegurar que eso va a pasar antes que Israel se hunda”. Esta amenaza, hecha cuando Israel se sentía amenazado por la segunda Intifada palestina, debe de tomarse en serio ahora que los líderes israelíes se sienten amenazados por el programa nuclear iraní, aunque este sea oficialmente pacífico. El profesor Van Creveld ha gozado probablemente de estrechos lazos con miembros del Gobierno y las fuerzas armadas israelíes, habiendo hecho su amenaza con la autoridad del que sabe lo que dice. Dicha amenaza nuclear israelí al mundo, expresada por Van Creveld, debe de interpretarse como una posibilidad que ha sido considerada por el Gobierno de Israel. Así, de estar el Estado judío a punto de desaparecer y sus ciudadanos al borde de sufrir un genocidio a manos de sus enemigos, Israel se vengaría no solo de sus adversarios sino también del mundo, en castigo por permitir su destrucción y por siglos de antisemitismo, llevándose consigo al otro mundo a parte de la humanidad en un holocausto nuclear.
Las Torres Gemelas del World Trade Center el 11 de septiembre de 2001:
Con todo, EE.UU. es el aliado más estrecho de Israel, alianza que debe de concretarse y codificarse en un tratado por el que EE.UU. se comprometa a defender a Israel de ser atacado, cubriendo al Estado judío bajo su paraguas de disuasión nuclear, a cambio de que Israel renuncie a su arsenal de armas nucleares y lo desmantele, como parte de un plan más amplio de desnuclearización de la región de Oriente Medio en imitación del régimen del Tratado de Tlatelolco, por el cual Iberoamérica es una región libre de armas nucleares. Un tratado por el cual EE.UU. se comprometiese a defender a Israel con su arsenal de armas nucleares sería quizás la única forma realista de convencer a Israel para que voluntariamente elimine su programa y arsenal de armas nucleares, para así conjurar la amenaza que representa para la paz mundial y la humanidad. Dicho tratado y sus garantías de seguridad dadas legalmente por los EE.UU. a Israel servirían como medio para Washington frenar a que Tel Aviv se involucre en aventuras militares con sus vecinos, so pretexto de llevar a cabo ataques preventivos. Dicho acuerdo permitiría vigilar más de cerca a las Fuerzas Armadas y servicios de inteligencia israelíes, para evitar sorpresas como el ataque deliberado israelí contra el buque de inteligencia de comunicaciones y señales de la Armada de EE.UU., el USS Liberty, el 8 de junio de 1967.
El ataque al USS Liberty no ha sido el último incidente en que Israel ha actuado más como Bruto hacia su padre adoptivo, Julio César, en los idus de marzo en el Senado de Roma, o sea, más como enemigo de su benefactor EE.UU. que como amigo. Es en el campo de la inteligencia y las operaciones de espionaje donde se puede apreciar de manera más reciente no solo la falta de confianza de Israel hacia los EE.UU., sino también el que el Gobierno y los servicios de inteligencia israelíes no son en realidad dignos de confianza de Washington, si no más bien todo lo contrario.
Así, según un informe noticioso de Prensa Asociada (AP) de este verano pasado que recogía los pareceres tanto de ex miembros de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense, la CIA, como de miembros en servicio activo, Israel constituye la mayor amenaza para el contraespionaje de EE.UU. en Oriente Medio. Esto se debe a que el servicio de inteligencia israelí Mossad y el equivalente israelí del FBI estadounidense o del FSB de Rusia, el Shin Bet, llevan a cabo agresivas operaciones de espionaje contra intereses estadounidenses y la CIA. Incluso, en una lista secreta de la CIA durante la Presidencia de George W. Bush donde se enumeraban aquellos países más dispuestos a cooperar con EE.UU. en la lucha contra el terrorismo internacional, Libia se hallaba por encima de Israel, país que según el reportaje de AP no ha sido blanco directo de los ataques de Al Qaeda. Como dijo un ex miembro de alto rango de operaciones clandestinas de la CIA con respecto a las relaciones entre EE.UU. e Israel en el campo de la inteligencia: “Es una relación complicada... Ellos tienen sus intereses. Nosotros tenemos nuestros intereses. Para los EE.UU., es un acto de malabarismo”.
Después de la condena en 1987 a cadena perpetua del civil estadounidense y analista de inteligencia naval Jonathan Pollard por una corte norteamericana por haber espiado para Israel contra los EE.UU., Israel prometió que nunca más emplearía a sus espías en suelo estadounidense. El caso de Pollard no fue el único, pues en 2008 el ingeniero mecánico retirado del Ejército de EE.UU. Ben-Ami Kadish se declaró culpable de haber permitido durante la década de los 80 a agentes israelíes -probablemente del Mossad- fotografiar documentos clasificados con información sobre armas nucleares, una versión del avión caza F-15 y el sistema de misiles de defensa antiaérea Patriot. Y el mismo oficial del Mossad que manejaba a Pollard manejaba también a Kadish.
Sin embargo, nuevamente la palabra oficial israelí terminó siendo un falso testimonio –como las garantías dadas por los israelíes al presidente Kennedy con respecto al programa de armas nucleares secreto israelí o como las excusas del Gobierno israelí por su ataque al USS Liberty– pues en 2006 un analista del Departamento de Defensa de EE.UU. fue condenado a 12 años de prisión por haber pasado información secreta a un diplomático israelí que posiblemente era un miembro del Mossad y a dos cabilderos proisraelíes estadounidenses que se alegó pasaron a su vez la información clasificada a los israelíes. Cabe añadir también que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, le pidió al presidente Obama en enero de 2011 que liberara al traidor estadounidense Pollard, sin éxito. No está de más decir también que desde que Pollard fue arrestado en la década de los 80, según el Servicio de Investigación del Congreso estadounidense, Israel ha recibido de los EE.UU. más de 60.000 millones de dólares en ayudas, la mayor parte de índole militar.
Pero a pesar de toda la ayuda económica, militar y diplomática estadounidense a Israel, evidencia circunstancial apunta a que Tel Aviv pudo haber una vez más traicionado a los EE.UU. de una forma impensable e insólita, callando a propósito y no advirtiendo a Washington que los terroristas de Al Qaeda se disponían a ejecutar sus dramáticos ataques del 11 de septiembre de 2001, ataques que según inteligencia de fuentes abiertas habrían sido del conocimiento del Mossad antes de que ocurriesen. Información sobre esto aparece recogida en un artículo del periódico escocés 'The Sunday Herald' del 2 de noviembre de 2003.
El ex primer ministro israelí Ariel Sharon:
Ariel Sharon, quien en aquel entonces era el primer ministro de Israel, habría sabido de la operación de inteligencia israelí que le seguía la pista a las células terroristas de Al Qaeda en los EE.UU. antes de los atentados del 11 de septiembre de 2001. Dicha operación habría descubierto los planes de Al Qaeda para el 11 de septiembre y la decisión de no compartir dicha información con el Gobierno estadounidense para prevenirle de los atentados terroristas tuvo que haber venido del Gobierno israelí. El motivo del Mossad para haber permitido –siguiendo órdenes del Gobierno israelí– que Al Qaeda realizara sus atentados es simple: según el autor del artículo del Sunday Herald, para que los EE.UU. se unieran más aun a la causa israelí en contra de árabes y palestinos – y musulmanes en general– al sufrir en carne propia y sobre suelo patrio atentados terroristas de una magnitud traumatizante. El número total de víctimas mortales en los vuelos estrellados y en los edificios impactados el 11 de septiembre de 2001 fue de 3.212, a los que hay que añadir 403 bomberos, paramédicos y policías que murieron al desplomarse las Torres Gemelas del World Trade Center de Nueva York.
Pero ya existían antecedentes. Cuando Ariel Sharon fue ministro de Defensa, la Comisión Kahan investigadora del Gobierno israelí halló que él “carga con la responsabilidad personal” por la masacre de palestinos en los campamentos de refugiados de Sabra y Shatila en Beirut a manos de las milicias falangistas cristianas libanesas, con el apoyo de las fuerzas israelíes. Los soldados israelíes habían rodeado a Sabra y Shatila, dejando entrar a los milicianos falangistas a los campamentos de refugiados palestinos para cometer la matanza a la vez que impedían salir a los que querían escapar de los campamentos para salvarse. Del 16 al 18 de septiembre de 1982 hasta 3.500 personas habrían sido masacradas.
Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de RT.
Cada día que pasa, está más claro que en Estados Unidos se están jugando los últimos movimientos de la partida. Mientras los terremotos de diferente intensidad se suceden en todo el mundo, e Israel aprieta el acelerador en su genocidio palestino, varias centrales nucleares USA Sí, lo has leído bien: “las”. Hace unos días era Luisiana: al menos estos problemas parecen tener que ver con nuevos socavones en la superficie, como los que se reportaron en Guatemala hace meses. Al poco, le pasa lo mismo a otra central nuclear, en Carolina del Norte. Y casi simultáneamente, también en Carolina del Sur. La cosa es seria y, evidentemente, ha de haber una conexión. ¿Hipótesis? La más sencilla es que sean los mismos movimientos de las placas tectónicas los que estén provocando esas grietas. La hipótesis más conspiranoica nos llevaría a un sabotaje interno dentro de la “guerra de facciones” que está viviendo ahora mismo Estados Unidos. Por cierto, que cada vez los periódicos están sacando a la luz más noticias denunciando que el gobierno se ha convertido en el Gran Hermano. (Gracias a José Luis por los links).
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Hubo elogios zalameros para el general David Petraeus desde que renunció ayer [viernes 10 de noviembre] como jefe de la CIA después se que el FBI descubrió que tenía un affaire extramarital.
El presidente Barack Obama alabó las décadas de “extraordinario servicio” de Petraeus, lo que incluye su período como general a cargo de las guerras de EE.UU. en Irak y Afganistán, como jefe de la CIA, donde Petraeus ha estado a cargo del programa “secreto” de drones de Obama que mata a niños y otros civiles en varios países sin supervisión ni control de quien sea.
Algunos han lamentado, a través de medios sociales que las guerras, ocupaciones y asesinatos no constituyan motivos suficientes para perder un puesto en el gobierno de EE.UU. Por cierto, semejante servicio justifica elogios y promociones, mientras un affaire extramarital puede destruir una carrera.
Pero lo que me impactó fue la ausencia total en la amplia cobertura mediática de otra manera por la cual Petraeus hizo un poco de historia: al criticar públicamente a Israel y enfurecer al lobby de ese país en EE.UU.
Israel: ¿un lastre para EE.UU.?
En marzo de 2010, cuando Petraeus todavía era jefe del Comando Central de EE.UU. testificó ante el Comité de Servicios Armados del Senado e incluyó la siguiente observación sobre uno de los “desafíos para la seguridad y la estabilidad” enfrentados por EE.UU.:
Las hostilidades permanentes entre Israel y algunos de sus vecinos presentan claros desafíos a nuestra capacidad de avanzar nuestros intereses en el AOR [Área de Operaciones]. Las tensiones israelíes-palestinas frecuentemente estallan en violencia y en enfrentamientos armados en gran escala. El conflicto fomenta el sentimiento antiestadounidense, debido a una percepción de favoritismo de EE.UU. hacia Israel. La cólera árabe por la cuestión palestina limita la fuerza y la profundidad de las relaciones de EE.UU. con gobiernos y pueblos en el AOR y debilita la legitimidad de los regímenes moderados del mundo árabe. Entretanto, al Qaida y otros grupos militantes explotan esa cólera para movilizar apoyo. El conflicto también otorga influencia a Irán en el mundo árabe a través de sus clientes, Hizbulá en el Líbano y Hamás.
Abe Foxman, director nacional de la Liga Contra la Difamación, uno de los principales grupos del lobby sionista en EE.UU., se sintió tan alarmado que emitió una declaración condenando el testimonio de Petraeus, afirmando:
El general Petraeus simplemente se equivocó al vincular los desafíos enfrentados por fuerzas de EE.UU. y de la coalición en la región con una solución del conflicto israelí-árabe y al culpar de las actividades extremistas a la ausencia de paz y al percibido favoritismo de EE.UU. hacia Israel. Esta vinculación es peligrosa y contraproducente.
Lo que Foxman y otros lobbistas de Israel comprendieron correctamente fue que Petraeus estaba articulando un punto de vista cada vez más común en el establishment de EE.UU., pero que es un tabú absoluto cuando se trata de declararlo en público: que los “intereses” de EE.UU. y los “intereses” de Israel no son idénticos y que Israel podría constituir un lastre estratégico en lugar de ser un activo para EE.UU.
Pero mientras Foxman despotricaba, el punto de vista de Petraeus por lo menos tocó la fibra sensible de algunos en Israel. Unos meses después de que Petraeus hablara en el Senado, el jefe del Mossad israelí, Meir Dagan, dijo a un comité de la Knéset [parlamento israelí] que: “Israel está pasando gradualmente de ser un activo de EE.UU. a ser una carga”.
Por cierto, Obama nombró a Petraeus director de la CIA después de que hiciera su declaración en el Senado sobre Israel. Y eso también puede haber sido un punto contra Obama en la falsa narrativa republicana y ultrasionista de que Obama sacrificó a Israel.
Petraeus no habló debido a su amor por los palestinos ni por una posición de principios o preocupación por la justicia, que nadie se llame a engaño. Habló con el mismo frío cálculo de cómo mantener y aumentar la dominación imperial de EE.UU. que le permitió supervisar –por cuenta del presidente– guerras, ocupaciones y asesinatos de niños y adolescentes y otros civiles en todo el mundo utilizando drones. Es precisamente lo que asustó al lobby de Israel.
Ali Abunimah es un periodista palestino-estadounidense cofundador de la página en Internet The Electronic Intifada. Nació en Washington, de padres refugiados palestinos. Ali se licenció por las Universidades de Princeton y Chicago y es un comentarista y orador frecuente en temas de Oriente Medio. Es también un colaborador habitual del Chicago Tribune y Los Angeles Times.
Publicaba hace dos días la enigmática Sorcha Faal que la sorpresiva dimisión del jefe de la CIA y general de cuatro estrellas, Petraeus, se debió en realidad a su colaboración con las fuerzas leales a los Estados Unidos que buscan restablecer el orden constitucional. Al parecer, el destituido ministro de defensa ruso le pasó una información a Obama respecto a que la “garganta profunda” sobre el ataque al consulado USA en Bengasi, Libia, había sido el propio director de la CIA. El lío con su amante-biógrafa ha sido sólo una tapadera para ocultar esta batalla interna dentro de Estados Unidos.
Hoy mismo, Rusia Today, todavía más oficiales fuentes rusas, cuenta que el congreso USA va a investigar si hay un encubrimiento de información relevante sobre la no intervención de los militares en Bengasi para defender su consulado en el asunto Petraeus, con lo cual, la información de hace dos días de Sorcha Faal queda reforzada. Porque se produjo al día siguiente de la reelección de Obama… La información la condujo el FBI y no se sabe qué instancias estaban informadas del asunto…
Que los Estados Unidos están viviendo YA en una guerra civil queda demostrado con la siguiente noticia quepublica la misma Sorcha Faal y que se basa en los informes del satélite ruso Kosmos 2479, que vigila todo lo que pasa en yanquilandia.
Según la agencia aeroespacial rusa (VKO), el citado satélite detectó el lanzamiento de dos misiles Hellfire AGM-114 desde un drone Predator MQ-1 operado por la CIA sobre la ciudad de Indianápolis, causando varias explosiones que ocasionaron dos muertos, según informan los medios locales. Los drones, aviones no tripulados que son el juguetito de Obama con el que está martirizando a la población civil paquistaní, fueron derribados por la unidad guerra electrónica AN-LQ-99, manejada desde la base de Wright Patterson, que vieron estas unidades de la CIA con una trayectoria “rara”.
¿Qué hay en Indianápolis?, os preguntaréis.
Pues en Indianápolis se encuentra el PBBES y el DFAS, dos unidades logísticas que controlan el dinero y los datos de personal adscrito al ejército norteamericano, entre otras agencias. Es decir, que el ataque iba dirigido al “corazón del sistema”.
El informe ruso por boca de “Sorcha Faal” señala que este ataque fue calcado al del 11 de septiembre del 2001 y recuerda que en la Torre 7 del World Trade Center había informes vitales para destruir a la misma mafia bancaria que hoy continúa dinamitando la economía mundial.
Evidentemente, este ataque fue gestado por la facción de Petraeus, defenestrada por Obama.
Cuenta como la CIA y los gobiernos utilizan los estudios de relaciones públicas para manipular a las personas a través de los medios de comunicación. Crean diferentes historias, y luego la distribuyen por los medios.
Lo vimos en Irak y lo estamos viendo en Libia, Mali, Túnez, Siria, etc