Washington culpa a Moscú de todos los problemas de Ucrania. Sin embargo, esta actuación política del Departamento de Estado de EE.UU. se cuestiona cada vez más, incluso por los propios estadounidenses, aunque sin obtener una respuesta razonable.
La representante oficial del Departamento de Estado, Jen Psaki, no siempre sabe lo que dice. Puede ser que nadie lo sospeche, pero la portavoz debe informar a los periodistas en el marco de sus obligaciones de servicio. Últimamente habla con mucha frecuencia acerca de la situación en Ucrania, ironiza un periodista del diario 'Vesti'.
"EE.UU. no reconoce los resultados de los referendos en las provincias de Lugansk y Donetsk", afirmó la portavoz, alegando, entre otras cosas, a los llamados 'carruseles' de electores (un fraude que consiste en trasladar en autobuses a personas para que voten en varios colegios electorales).
Uno de los periodistas quiso saber qué significaba "específicamente" ese término utilizado por Psaki. "Para ser honesta, lo leí, pero tampoco estoy demasiado familiarizada con él", admitió la funcionaria.
En la misma rueda de prensa, Washington advirtió a Moscú de "no utilizar la energía como una arma política". No obstante, para Psaki no fue fácil de explicar cómo utilizar este postulado con respecto a la deuda de Ucrania de 3.500 millones de dólares por el gas ruso ya consumido. "¿Así que usted no cree que los rusos simplemente quieren que les paguen por el producto que ellos suministraron? […] ¿Está usted de acuerdo en que Rusia tiene derecho a exigir el pago por el producto que provee?", siguió preguntando el periodista.
"Tengo que profundizar otra vez en los detalles, cuando regrese a mi oficina", dijo la portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., mencionando que en el acuerdo entre Rusia y Ucrania "hay una serie de matices".
Al mismo tiempo, los "matices" no se tienen en cuenta en EE.UU. cuando se trata de pagar por los productos consumidos: la típica factura de gas la reciben incluso en la Casa Blanca. Obama, sin embargo, no paga por este gas, lo hacen por él los contribuyentes. No obstante, el presidente norteamericano aún paga de su bolsillo por los alimentos que le sirven en la mesa, indica Vesti. En general, los estadounidenses tratan de no endeudarse, ya que de lo contrario les cortan el suministro del gas, electricidad y agua, les imponen multas y, sobre todo, arruinan su historial de crédito.
El historial de crédito de Ucrania ya ha empeorado hasta más no poder. Pero para aquellos que no le deben miles de millones a EE.UU., Washington pide indulgencia. Bueno esto último no es del todo cierto, dado que el dinero que le presta el FMI y el Banco Mundial a Kiev a cambio de reformas de choque (brutales recortes), de hecho, se traducirán en el control externo de Ucrania.
Texto completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/view/127933-eeuu-mentira-reproches-rusia-crisis-ucrania
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