Alberto Pinzón Sánchez (especial para ARGENPRESS.info)
Fecha publicación: 29/02/2008
El capital transnacional de origen español, persiste en la idea franquista o laureanista decididamente Neocolonial, de volver a 'españolizar' a Colombia.
Principalmente un grupo de tres multinacionales, dos mega bancos y su poderosa multimedia. Repsol, YPF, Telefónica, Endesa, Bco Santander, BBV (entre otras como Cepsa, Sanitas, Prosegur, Mapfre, Aguas de Barcelona, grupo Fenosa, ect.), coordinados por los pulpos mediáticos Planeta y Prisa, quienes al No haber llenado el barril sin fondo de su codicia con sudor y sangre, ahora necesitan apoderarse del alma sufrida de los colombianos a través de la política.
No están satisfechos con ser en el 2004 el segundo inversor en Colombia 14% del total de las inversiones, después de Estados Unidos que ocupa el primer lugar con un 16%. Apetecen el primer lugar en la tabla de inversionistas, desplazando a las lavanderías de los paraísos fiscales: Panamá 13%. Islas Caimán 11%. Islas Vírgenes 10%. Bermudas 7% y a otros inversores como Holanda 5%. Canadá 4%, y Reino Unido (sin Bavaria) 3%.
Capital financiero Transnacional, que ha convertido en los últimos 20 años a la economía colombiana, en una economía de servicios. En 1980 el capital fluía primordialmente hacia el Petróleo y los recursos naturales (minería) en un (63%), mientras que entre 1996 y 2003, el (70%) de las IED fueron en el área de los Servicios.
En 2006 según el Banco de la república, para un IED acumulada de 27.300 millones, la distribución fue así: Petróleo 8%. Minería 12%. Servicios financieros 23%. Electricidad, Gas y Agua 16%, Transporte y comunicaciones 10%, Manufacturas 21%, Otros 10%, y cuyas ganancias en 2007 superaron ampliamente la cifra de 15.000 millones de dólares anuales, dada por los economistas colombianos para valorar los ingresos por año, originados por el Narcotráfico.
El grupo Planeta-El tiempo por medio de su filosófico ruiseñor Posada Carbó, ha venido insistiendo en la necesidad de celebrar un pacto 'contrainsurgente' entre el gobierno y la oposición. Lo propuso antes de la marcha del 4 de febrero. Se lamentó de que la marcha se hubiera fragmentado y que el pacto no se hubiera podido realizar, y hoy 29 de febrero del 2008 (día bisiesto, talvez funesto), vuelve a la carga desde su mansión dorada en Londres, insistiendo en su propuesta sobre el pacto de marras.
Pero lo interesante no es el nuevo pacto oligárquico por las alturas, concebido según las tradicional y secular experiencia colombiana con el fin de seguir pelechando del Estado Colombiano, y que ya ha sido derrotado en la calle y el 6 de marzo lo será aún más. Es el argumento 'filosófico' del que se vale el ponderado ruiseñor para sustentarlo: Es la extrapolación y generalización irresponsable que hace de la experiencia política española (que no calificamos), para trasladarla 'mecánicamente' a la compleja realidad colombiana, según lo escrito en el pacto 'por las libertades y contra el terrorismo' firmado en diciembre del año 2000, por los dos partidos surgidos en el post-franquismo español. El Partido Popular de Aznar y el PSOE de Felinillo González, y que en lo fundamental cerró la posibilidad de realizar un dialogo político del gobierno español con cualquier agrupación catalogada previamente de terrorista.
Sobre este cartabón bipartidista, que sirvió de tema central y fundamental en el tan publicitado debate presidencial de hace días entre Rajoy y Zapatero (quizás muy importante para los españoles, pero tan distinto a la realidad colombiana), es que el grupo Planeta-El Tiempo, punta de lanza de los intereses económicos transnacionales del Neocolonialismo español en Colombia, pretende tercamente adelantar su ofensiva propagandística para españolizar el ejercicio de la política en Colombia y vilipendiar aún más a la opinión pública colombiana, cerrando definitivamente la posibilidad de una Salida Política al conflicto armado colombiano, con el cuentico de que tal y como sucede en España, no se puede hablar con terroristas previamente catalogados.
Hoy, precisamente, cuando las liberaciones 'unilaterales' de los retenidos políticos por las Farc, han dejado claro ante este mundo y el del más allá, que esta organización guerrillera no solo posee un mando unificado que cumple y hace cumplir ordenes, sino que además controla y domina una extensa porción de territorio colombiano (más de 42.000 kilómetros según Heladio Pérez), lo cual constituye el pre-requisito impuesto por la convención de Ginebra y sus protocolos, para ser reconocido como Fuerza Beligerante.
Más le valdría al Presidente Francés Mr Sarkozy, en lugar de anunciar viajes audaces a las selvas de la frontera Colombo-Venezolana; reconocer a las FARC como una Fuerza Beligerante y ayudar al regreso de todos los retenidos, pero fundamentalmente a que Pueblo colombiano, encuentre la anhelada Paz con justicia social mediante una Salida Política al histórico conflicto armado, que actualmente lo despedaza contanta crueldad.
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